Aqui están.
Aquí están los milicianos, en esta foto, en fila de a tres y, muchos de ellos, con las camisas de color pardo con el escudo con la senyera en el pecho que había regalado Dávalos, el industrial textil. Aquella tarde del sábado 25 de julio de 1936, las milicias ciudadanas de Castellón de camino al antiguo cuartel de San Francisco, desde donde, horas después, saldrían hacía Sagunto.