El diputado Francisco Casas Sala.

Casas Sala, diputado en el Congreso de los Diputados por Izquierda Republicana en aquellos momentos ( aunque algunos documentos posteriores lo han adscrito luego al partido socialista y al comunista ) dio nombre a la columna durante décadas. Aunque realmente nunca lo tuvo, nadie la llamó así y ningún documento de aquellos días se refirió a ella  con ese nombre durante su corta existencia.Se lo otorgó la historia oral de la zona a partir de su prestigio y su leyenda.

Y tal era esta que la calle Mayor de Castellón cambio su nombre por el del diputado hasta la entrada de las tropas nacionalcatólicas. Como en Barcelona una céntrica calle cercana a la plaza de Catalunya. Hasta un grupo escolar en Alcalá de Xivert, donde estuvo desterrado un tiempo, ha mantenido su nombre.

Sobre Casas Sala, es posible encontrar bastante información en internet, desde la wikipedia a la entrada en memoria.cat, hasta podemos encontrar una página de facebook que lleva su nombre. Y también algunas imágenes de él. Por eso hemos decidido no poner ninguna. Porque no hay muchas más.

Así que no vamos a contar su historia, que está disponible en los enlaces citados y en otros. Aunque si queremos dejar constancia de que gran parte de la legendaria historia de la columna que estamos presentando tiene que ver con él. Aún es posible encontrar por Castellón personas mayores que abren la boca de admiración al escuchar su nombre, tal fue la fama que alcanzó en la provincia, antes y después de muerto. Abogado distinguido en la defensa de condenados por la revolución de octubre de 1934, he escuchado también referirse a él como un gran orador que recorrió la provincia arengando al pueblo y ganándose sus votos como “errejón” local de aquel tiempo.

Y después de su muerte, la leyenda de su viuda desconsolada dando nombre a “La Desesperada”, el grupo de milicianos afines al diputado, que le sobrevivieron labrándose una historia oscura y enigmática a caballo entre la determinación y la venganza.

Algunos datos que iremos descubriendo nos muestran su talante dialogante y conciliador, su firme compromiso con la gente y con la república y, como hemos comentado, su prestigio entre la población de la provincia.

Aunque al final, del más célebre de los integrantes del mando de la columna, es del que menos documentación personal hemos conseguido encontrar, seguramente por que no tuvo descendencia. Por fortuna, en este caso, la memoria colectiva de la provincia de Castellón lo ha mantenido a salvo del olvido, conservando los rastros de su leyenda.